- Pero Luis, ¿tan mal estás que me pides los zapatos?
- Como siempre te digo, ten paciencia, que no voy a hablar de calzados.
Este ha sido un fin de semana de Master. Cuando uno disfruta aprendiendo consigues que el fin de semana se torne apasionante. Justo Moreno, uno de los profesores, nos habla de entrevistas con profesionales y de empatía como forma de conseguir llegar a nuestro interlocutor. Una de las frases que nos aportó es de Gandhi y decía:
“Las tres cuartas partes de las miserias y malos entendidos en el mundo terminarían si las personas se pusieran en los zapatos de sus adversarios y entendieran su punto de vista”
Hoy en día hablamos de empatía y de inteligencia emocional, pero Mahatma Gandhi supo ilustrarnos con su sencillo lenguaje. ¿Cuántas veces pedimos a los demás que nos entiendan? Quizás podríamos evitarnos muchos problemas si fuésemos generosos y nos pusiésemos en el lugar de nuestro oyente.
- ¿Y cómo lo hago, Luis, para ponerme es sus zapatos?
- Sé asertivo.
- Escucha a los demás sin interrumpirles y mientras escuchas no hagas prejuicios.
- Expresa tu opinión con el debido respeto.
- Sé sincero. No engañes u ocultes tus sentimientos.
- Pregúntale y verifica que lo que has entendido es lo que realmente te ha dicho.
Y mientras escribía el post entró en mi correo la última entrada del blog de mi amiga Carmen Prada y casualmente hablaba del tema Quiero calzar los zapatos que tú llevas puestos. Carmen nos aporta el siguiente punto de vista:
Todavía hay personas preocupadas por los demás, que desean aportar su granito de arena para que no existan juicios de valor, personas que lo que reciben a cambio es nada más y nada menos que la satisfacción de ayudar a los demás, de hacer más grandes sus alegrías y de contagiarles con sus ilusión
En esta vida es fácil pedir a los demás que se ajusten a nuestros intereses, pero es difícil encontrar la generosidad suficiente para ponernos en el lugar de la otra persona. Y no solo es generosidad desinteresada, también es fundamental si queremos negociar con nuestro cliente y queremos tener éxito.
Tenía el borrador delante cuando mi amigo Carlos, al ver que hablaba de los zapatos de Gandhi, me contó otra historia sobre zapatos:
Iba Gandhi junto con un amigo a tomar un tren. Como no tenían dinero, trataban de subirse en marcha a un tren de mercancías, cuando éste estaba arrancando. Vieron el tren arrancar, así que empezaron a correr hacia él, para poder subirse de un brinco. Durante el salto, a Gandhi se le cayó uno de sus zapatos. El tren ya iba demasiado rápido como para bajarse, coger el zapato y volverse a subir. Gandhi tiró el otro zapato.
El amigo, sorprendido, le preguntó:
-¿Por qué has hecho eso?
A lo que Gandhi respondió:
-A mí, este zapato suelto no me sirve de nada, en cuanto lleguemos a destino tendré que hacerme con otro par. A la persona que encuentre el zapato que se me cayó, ese zapato suelto no le servirá de nada. Así, al menos, alguien se encontrará con un par de zapatos, y le serán de utilidad…
Me pregunto yo ahora ¿Cuántas veces somos capaces de soltar el zapato que nos sobra? ¿Y de sacar provecho de lo que ya es inútil para nosotros?
Hoy os propongo el conocido poema de Antonio Machado “Caminante no hay camino” versionado por Joan Manuel Serrat y en esta ocasión acompañado por Joaquín Sabina.
©Luis Juli Aydillo
Recuerda, si te gustó la entrada la puedes recomendar y si te gusta el blog te puedes suscribir. ¡Muchas gracias por leerme!
Como siempre, estoy de acuerdo contigo Luis. Y otra vez te voy a dejar una frase que suelo usar mucho, hay que intentar siempre ponerse en la piel del otro. Aprender a no juzgar, porque cada cual tiene sus motivaciones. Y desde el otro lado, el del que se sabe juzgado, la respuesta sería, quien no haya vivido lo que yo, que no me de consejos. Pero con frecuencia, ni nos ponemos en el lugar del otro ni somos capaces de evitar juicios por pequeños que sean. Aun nos queda por aprender Luis…
Feliz semana y un abrazo fuerte.
Muchas gracias por tu comentario Ana. Me encanta tu frase «Ponerse en la piel del otro» y tiene el mismo significado. Al final todo lo tamizamos desde nuestra óptica, con nuestros juicios de valor y nuestra propia subjetividad y todo eso nos impide «escuchar» a quien tenemos en frente. Al final, si somos capaces de ponernos en la piel del otro, nuestra mente se rasgará y permitirá que entre la luz que los demás nos pueden aportar.
Te deseo un fantástico y recién estrenado verano Ana!!!
Gracias Luis. Es mi estación favorita!!! Te deseo lo mismo. Besines
También es la mía. Por lo que es meteorológicamente hablando y por lo que supone de disponer de más tiempo para compartir con los amigos.
Playa!!! Sol!! Todo lo que me hace feliz. Bien poco pido!! Jajaja
Y algún culín de sidra!!!
También pero no es imprescindible. Mejor un libro y un poco de música.
Jajajajaja. Si, mejor.
Qué fácil parece y que difícil es!
Siempre se dijo que los toros desde la barrera se ven muy bien. Es cierto, teorizar lo sabemos de maravilla, llevarlo a la práctica es muy difícil. Pero el primer esfuerzo debe ser mental, para creérnoslo nosotros mismos y luego poder hacerlo realidad.
Gracias por tu comentario Carmen!!!
Me ha gustado mucho y particularmente esta publicación! Quizá esté mal decirlo pero me considero persona que quiere ayudar a los demás pero tengo el defecto de cortar a mi irterlocutor al hablar. Es algo que tengo que corregir. Gracias por la publicación
Muchas gracias por tus palabras Marta!!! Me encanta la gente normal y la normalidad está llena de puntos a mejorar. Yo también tengo que morderme la lengua muchas veces para no interrumpir. Si somos conscientes de lo que podemos mejorar seguro que lo lograremos.
Un abrazo enorme y a disfrutar del verano!!!
Muy bien, siempre perfecto. Es bello y verdadero lo que dice. Abrazos
Muchas gracias por la amabilidad de tus palabras. Un abrazo!!!!
Muy buen post Luis!! me ha encantado, me recordaba en un taller sobre entrevista de trabajo y la frase era «ponerse en el zapato del otro», es difícil, pero pienso que sí lo haces es muy fructífero y positivo para ambos. Un saludo y gracias por compartirlo. María Juanes
Muchas gracias por compartir tu experiencia y por tus comentarios María. Es difícil, está claro, pero el esfuerzo merece la pena!!!
Un abrazo María!!!
Y el poema relatado por los dos me encanta!!!
Siiiii!!! Es una buena mezcla, poeta y los dos «pájaros».
Muy bueno este post, LUIS, abrazos…..
Muchas gracias Daniella por tu generosa apreciación. Disfruta de un agradable verano!!!
Ojalá…aquí es entrando el invierno, y muy frío por cierto…abrazos….un gusto pasar por tu casa….
Es cierto!!! Espero que el invierno sea benévolo!!! Un abrazo!!!
Gracias…saludos…
Los zapatos de cada quien son muy personales,no es posible ponerse en en los zapatos de ese otro,porque no es nuestra experiencia.Sí , dejar los zapatos por otros eso me parece más útil y sano…..,toda experiencia es siempre única e irrepetible……..muy interesante post.
Gracias por ofrecernos tu punto de vista Lia. Es cierto que los zapatos son muy personales, al igual que las experiencias de los demás son irrepetibles, tienes toda la razón. La imagen de «calzarse» los zapatos de otro solo pretende acercarnos a la realidad de la otra persona, aún a sabiendas que no será posible lograrlo al 100%. Lo importante quizás sea el ponernos las más aproximadamente posible en el punto de vista del interlocutor.
Me alegro que te haya parecido interesante y gracias por aportar un nuevo punto de vista Daniella.
Espero que tu verano sea genial!!’
Perdona!!!! Lia!!!!!! Imperdonable error confundir los nombres!!!!
Cuando explicas la empatía, mucha gente no entiende el concepto, supongo que es porque se practica poco. Yo también les pongo el ejemplo, del dial de la radio. La persona te cuenta algo y tú vas moviendo tu dial, adelante y atrás hasta que consigues escuchar, entender lo que te esta diciendo. Buena entrada. Saludos
Muchas gracias Rubillamas por el ejemplo!!! Me parece una muy buena metáfora!!! De hecho solemos emplear la expresión de «sintonizar» cuando dos personas se entienden.
Gracias por tu comentario y disfruta del recién estrenado verano!!!
Lo mismo, besos
Reblogueó esto en yofumoenpipa.
Muy interesante, la empatía es un arte, como la filosofía de Gandhi. Con tu permiso dejo dos enlaces relativos al tema, el segundo también va de calzado.
Saludos
Muchas gracias por tus palabras, Antonio, y por los dos enlaces. Son muy buenos, y después de leerlos comienzo a seguir a los citados blogs!!!
Gracias por tu generosidad Antonio. Disfruta del verano recién estrenado!!!
(aclaro que no sigo ninguno, solo que me acorde de ambas cosas de mis tiempos de formación; lo busqué y lo enlacé) Gracias a ti, por favor!
Un abrazo, Antonio
Pienso que aprender a ponerse en los zapatos del otro, sería casi una asignatura que se nos debería enseñar en el colegio. No es fácil hacerlo, pero cuando lo consigues… te sientes muy satisfecho.
Me ha encantado tu entrada y, estoy totalmente de acuerdo contigo, Luis.
Besetes de tarde ya veraniega. Una época que adoro 😉 😉
Muchas gracias por tus palabras, María. Curiosamente y de forma diferente a lo que creen muchos, los zapatos de otra persona te dan mucho gusto al ponértelos (hablo de empatía).
Feliz verano María!!!
Que casualidad! esta semana iba a escribir sobre empatía pero leyendo tu post, como es inmejorable, ya pensaré en otro tema. Un abrazo
Buenas tardes Claudia!!! No dejes de escribir el post que tenías pensado!!! Mi entrada solo es una pequeña entrada y seguro que tienes posibilidades de hacer algo instructivo y muy brillante. Eres demasiado generosa valorando mi trabajo, Claudia.
Te deseo un fantástico y recién estrenado verano.
Es que me gusta 🙂 Feliz verano
😄😉
Desprenderse de … tan fácil y tan difícil… pero siempre mejor …desprenderse…desprenderse… y después mientras más desprendimientos mayor entendimiento
Siempre cuesta, Pepa. No es fácil desprenderse, pero cuando uno lo aprende ve la satisfacción que genera y creas un hábito.
Muchas gracias por tus palabras, Pepa, y disfruta del verano. Un abrazo
Me gusto mucho
Muchas gracias!!! Un abrazo!!!
Buenas. Mi primer comentario por aquí.
Que razón lleva; lástima que en los colegios no se predique lo mismo y que, en consecuencia, muchos nunca alcancen este conocimiento, sentido común, respeto, capacidad.
Lástima que muchos padres no ejerzan el desarrollo de estos valores en sus hijos.
Saludos.
Muchas gracias por tus palabras. Ciertamente debería ser una asignatura obligatoria en los colegios, aunque creo que a quienes corresponde educar en empatía es a los padres, en el propio hogar. De poco sirve teorizar sobre empatía si luego no se ejerce en casa.
Te deseo un buen día y nos leemos!!!
Totalmente de acuerdo.
Un abrazo!!!
Me parece unas reflexiones geniales
Muchas gracias Cristina. Me alegro que te gusten. Disfruta de un buen verano Cristina!!!
Para poder intentar ponerte «en la piel del otro» primero e imprescindible, ESCUCHAR. Un par de problemas: a veces no sabemos hacerlo y , también a veces, no se nos dan todos los datos. De cualquier manera, hace falta ser muy generoso y libre de muchos prejuicios, para entender a los demás y eso no nos lo enseñan ni los padres ni la escuela, sino la vida.
Desprenderse de los dos zapatos fue lo mas sensato.
Un abrazo, Luis y magnífica entrada para reflexionar.
Muchas gracias Lourdes por tus aportaciones. En efecto, para ponerse en la piel del otro hay que escuchar (que es defieren te de oír) y no prejuzgar. Muchas gente no es capaz de estos dos «pequeños» detalles. Desde luego que se debería enseñar, primero en casa y luego en la escuela, pero no se suele hacer.
Muchas gracias Lourdes por tu generosa apreciación. Me gusta escribir para hacer pensar. Te deseo un fantasma día!!!!
La empatía es un elemento clave de la inteligencia emocional. Se trata del concepto que utilizamos para referirnos a la capacidad del ser humano de ponerse en el lugar del otro.
Por tanto, ser empático significa ser consciente y considerado con los sentimientos de los demás. ¿Sabrías leer emocionalmente a otra persona o eres de los que padece sordera emocional?
A todos los seres humanos nos gusta que nos presten atención, que nos escuchen y nos tomen en serio. La mejor manera de conseguirlo es aprender a prestar atención a los demás, a escucharles y a tomarles en serio.
La empatía tiene que ver no sólo con darse cuenta de cómo se siente el otro; también con el tipo de respuesta que damos ante eso que percibimos.
Por ejemplo, si un día llegas a la oficina y tu compañero de trabajo tiene mala cara, sus ojos parecen hinchados y no levanta la vista de su ordenador, no hace falta ser muy empático para darse cuenta de que le pasa algo.
Si cuando le preguntas te responde que su mujer se ha ido de casa, te puedes hacer una idea de cuál es su estado emocional, por lo que una respuesta del tipo “¿Ah, sí? ¿Y cuándo lo celebramos?” no sería la más conveniente…
Para ser más empáticos con los demás nos conviene prestar atención a cómo nos comportamos cuando estamos interactuando con alguien. Se trata de crear una sensación de conexión con esa persona.
Aunque muchas de las cosas las percibimos y las trasmitimos de manera inconsciente, conviene saber cómo estamos influyendo.
Por una parte, hablamos de sintonía verbal cuando nos referimos a reflejar en nuestro discurso las palabras, expresiones o figuras retóricas que ha utilizado la otra persona.
Cuando adaptamos nuestro lenguaje a la otra persona, ésta se siente mucho más entendido y percibe cómo más agradable la conversación. Sin saber por qué, el otro se irá pensando que le gusta hablar contigo, que se siente bien.
Por otra parte, hay que tener muy en cuenta la sintonía no verbal, o sea, la postura de nuestro cuerpo y sobre todo la orientación de éste.
¿Alguna vez te ha saludado alguien por la calle y te ha dado la impresión de que tenía muchas ganas de salir corriendo? ¿Te has fijado en su cuerpo? Es muy probable que su cara te mirara pero que, con su cuerpo ya girado, te estuviera diciendo adiós.
Lo que dice tu mirada
El contacto visual es otro punto clave en la empatía. Para que alguien se sienta atendido hay que mirarle a la cara, pues es lo que le hará sentir que estás por él.
Si alguna vez te han despachado en algún sitio sin levantar la vista de lo que estuvieran haciendo sabrás a lo que me estoy refiriendo.
Siempre que le hables a otra persona u otra persona te esté hablando, mírale a los ojos; más allá de hacerlo por mera educación, trasmitirás honestidad, confianza y seguridad en ti mismo.
Además, todos nos sentimos más atraídos hacia este tipo de personas.
La escucha activa. No vale solo con oír: hay que prestar atención y hay que escuchar. Eso implica detenerse ante lo que estás oyendo y centrar tu atención en ello.
Hay personas a las que no les resulta fácil, pues hay que silenciar nuestro diálogo interior para estar 100% en las palabras del otro. Cuando desarrollas la capacidad de escuchar de forma activa descubres cuántas cosas te has perdido por no saber escuchar.
Escuchar de esta manera a otro le ayuda a sentirse entendido y acompañado, y en ocasiones es la mejor ayuda que puedes prestar.
Las personas que muestran un falso interés en los demás a menudo se delatan fácilmente con indicios no verbales que trasmiten de forma inconsciente.
Ser empático tiene que ir de la mano de ser auténtico; sino, antes o después se te verá el plumero.
Buenos días Rosa!!! Muchas gracias por el largo comentario. Lo podrías poner en uno de tus brillantes post, pues da para ello. Estoy de acuerdo en la manera que planteas la empatía. Esa conexión con los demás que nos hace sentirnos más cerca, más íntimamente unidos a ellos.
Un saludo y buen día!!!
Siento el haberme extendido demasiado. Haré lo que dices. Voy a ponerlo en mi blog y si tu quieres borra el que yo te he mandado, te pondré otro mas breve, y a partir de ahora los comentarios los haré más concretos y que no excedan en su longitud..
Saludos y gracias.
Nooooooooo!!!! Me he explicado mal, Rosa!!!! Me ha encantado tu comentario. Me parece genial. De hecho es tan bueno que es una pena que se quede en un comentario y no tenga «vida propia»
Rosa, con lo que escribes aprendo y es lícito pedirte que los demás también lo puedan leer. Por mi parte me encantará seguir leyendo tus comentarios en mi blog por extensos que estos sean Rosa.
Gracias, gracias y gracias y lamento haberte dado la imagen de que me molestó lo extensión!!! En absoluto Rosa.
Te deseo un día maravilloso!!!
A veces un gesto viene acompanado de un sì perenne. Una razòn que difiere sobre las demàs, que te hace cosquillitas en el alma y que entrelaza tu norte con el sur en un oeste infinito que dibuja un este afable, cercano y sincero.
Somos meros viajantes sin rumbo, sin màs control que el querer controlarlo todo: hoy estamos aquì y manana ya veremos.
Y es en este nuestro viaje donde màs viajeros como nosotros nos saludan, nos dan la mano, nos sonrìen, nos ensenan, nos castigan y hacen dano. nos divierten, nos burlan, nos prometen, nos abrazan y nos besan. Nos aman de verdad y otros de mentira. Viajeros amigos; viajeros de paso; viajeros familia; viajeros perdidos; viajeros al fin y al cabo.
Algunos se quedaràn un rato, otros lo haràn por siempre.
Habrà algunos que en un despiste no se aprendan ni tu nombre y otros lo lleveràn grabado en su corazòn en tinta permanente.
De unos aprenderàs, a otros ensenaràs pero con cada uno de ellos sumuràs maestrìas y haràn que tu mochila se llene del equipaje màs importante del mundo: LA EXPERIENCIA.
Esa que nos hoy nos dice sì y manana no.
Esa maestra anciana que anuque ya cansada saca a pasear a su juventud y te recuerda que siempre habrà un viajero amigo al que acompanar y con el que compatir un ratito de su viaje, un ratit de camino. Durante cuànto tiempo? Eso que màs da. A veces un gesto viene acompanado de un sì perenne y otras de un no caduco.
Dobemo calsar siempre los sapato de outras personas para saber y sentir lo que pasa ellas ayudar sempre lo prosimo ,tudo nela vida pode pasar astar con nosotros mismos.
Me encanta Luis gracias un grande beso
Muchas gracias por tus palabras Rosangela. Son de gran belleza al describir la relación con las personas que nos rodean. Espero que nuestra relación de las perennes, de las que dejan grabados los nombres.
Te deseo un día sensacional y bienvenida a mi blog!!!
Las claves son: Saber escuchar no interrumpiendo su conversación, su mensaje y entendiendo y captando qué es lo que quiere decir. Exige, por tanto, desarrollar la asertividad, ser capaces de mantener tu punto de vista, sin cambiar la opinión de los otros, respetándoles. Si miramos hacia atrás, tanto el lenguaje como la comunicación que hasta ahora nos ha guiado no tiene nada que ver con todo esto; ahí es donde tenemos mucho que aprender. El ser humano se enriquece de escuchar a los otros y eso es la parte más beneficiosa para uno mismo. Al final, el ser empático es bueno para uno mismo: enriqueces a la persona y sales ganando.
Saludos.
Me encanta tu descripción sobre la empatía y cómo ejercitarla. Al final quien sale ganando, tal y como nos comentas en las últimas líneas, es quien la ejercita Rosa.
Nuevamente te agradezco tus aportaciones Rosa. Son muy bienvenidas!!!
Hola Luis, nos has enviado mensajes muy importantes de una forma simple e inteligente, como todas las cosas buenas. El gran reto es ser empático sin dejar de ser uno mismo. Me gustó mucho tu post, gracias por compartirlo. Saludos
Muchas gracias por tus palabras Juan Carlos. Al final con la empatía ganamos tanto el interlocutor como nosotros.
Un abrazo y felicidades por San Juan!!!
Excelente entrada! Hace algún tiempo escribí un HAIKIÑO ILUSTRADO con el mismo tema titulado «ZAPATILLAS DE BALLET»
Para juzgar
calza sus zapatillas.
Ponte a bailar
Muchas gracias por tu comentario María. Buscaré tu entrada, seguro que me encanta. Hay una imagen que circula por la red y es el de los pies de una bailarina y sus zapatillas. El esfuerzo y el dolor físico solo lo sabe quién ha «calzado» las zapatillas de ballet.
Te deseo un fin de semana fantástico María.
Muchas gracias…. 🙂
A ti!!!! 😄
El problema es que desde niños nos educan para no entender, sino para prejuzgar. En parte porque la educación estatal a veces es el vector ideológico de filosofías muy egoístas.
Por eso es importante escuchar y no apresurarse en las conclusiones. En el fondo todos somos muy parecidos y queremos lo mismo en esta vida, ser felices.
Buen post, un saludo.
Muchas gracias por tu comentario Óscar. Muchas veces los prejuicios vienen de nuestro propio entorno, de quienes nos rodean. De la misma manera que yo puedo prejuzgar a quienes me siguen (y no debería hacerlo) o quienes puedan prejuzgar la educación en términos generales. Al final la generalidad no deja de ser un conjunto de individualidades y todas ellas en su conjunto forman una paleta de colores con unas gamas cromáticas que abarcan infinidad de colores.
Te deseo un fin de semana lleno de alegrías Óscar!!!
Muchas gracias Luis,muy bueno!
Gracias a ti, María del Rosario. Te deseo una buena semana!!!
Magistral, me encantan las historia de Gandhi, siempre aleccionadoras. Algún día compartiremos una que escuche de su nieto. Pero hoy, a deshacerme de este zapato que no me sirve para que, quien ya consiguió el que deje atrás, los pueda usar.
Éxitos y bendiciones
Bilko
Gandhi es una inagotable fuente de frases motivadoras, aunque estoy ansioso por conocer la historia que te contó tu nieto.
En efecto, más nos valdría soltar el zapato que ya no podemos usar.
Un abrazo inmenso Bilko!!!
Luis, no mi nieto, aun no tengo, es una historia que escuche en un programa de boca de uno nieto de Gandhi. Espero que los míos cuenten historias como las tuyas, porque el banquete que me voy a dar de viejo, no tendrá nombre.
Un abrazo.
Perdonaaaaaa. Llamarte abuelo!!! Es imperdonable. Todavía.
Un abrazo inmenso.
Empatia,saber escuchar,no prejuzgar, comprensión, compasion, tender la mano , muy fácil de pronunciar pero difícil a la hora de poner en práctica porque cada vez nos volvemos más egoístas, nos enfrascamos en nuestros problemas y nos olvidamos de los demás, es verdad que solo llegamos más rápido pero juntos mucho más lejos ….como siempre un post muy acertado y encantada de leerte
Muchas gracias por tu comentario y por tu interesante aportación. Confiemos en la raza humana y en que muchos de sus miembros todavía se salvan del egoísmo imperante 😄 Tu eres un buen ejemplo de ello con tu generosidad a la hora de compartir tu opinión.
Te deseo un fin de semana fantástico. Un abrazo
Muchas gracias a ti por compartír post tan maravillosos y acertados, y si si que confío en ello y no es por tirarme flores pero soy de las personas que disfruto ayudando y soy feliz cuando veo Buenos resultados nunca espero nada a cmbio solo la satisfacción de haber contribuido …..un estupendo finde para ti también …besos
Basta con leerte para saber cómo eres. Te puedes tirar flores 😄💐💐💐
Un abrazo!!!!
O sea ponernos en el ombligo de los demás, es lo mismo que calzar sus zapatos… Siendo un poco menos egoístas, las cosas irían muchísimo mejor en las vidas de todos.
Graciasss 🙂
No había oído lo de los ombligos del otro. Quizás sea mejor que en los zapatos del otro. Los zapatos te acaban rozando y sacando ampollas.
Si fuésemos menos egoístas sin duda nos iría mejor, tal y como dices Olga
Realmente bueno… siempre la empatía !
Saludos
Muchas gracias por tus palabras. Te deseo un fin de semana genial!!!
Bueno,pero en la historia de los zapatos de Gandhi, a el no le sobraba un zapato, Le era inutil quedarse con un zapato solo. lo que equivaldria…a desprenderse de lo que tenemos y No nos sirve , renunciar a algo que hemos perdido para que otro lo aproveche como corresponde.Fue practico y no dudo.No es ponerse en los zapatos del otro. Es tener sentido comun. Bueno… solo un comentarios,… saludos
Muchas gracias por tu comentario. Haces una buena lectura. Realmente un solo zapato no le sirve. LA empatía radica en ponerse en el lugar del que no tiene nada y encuentra una parte. Las metáforas sirven para mostrar algo, para ayudar en el aprendizaje. Sentido común? Tal vez, aunque muchos no hubiesen tirado el otro zapato.
Muchísimas gracias por leerme y por escribir el comentario. Disfruta del día!!!
Seguro casi nadie habria pensado en tirarlo.el se solidarizó con el que pudiera encontrarlo.se desapego de sus zapatos.
Me gusta esa expresión «desapegó». Gracias por tu
Gracias por tu réplica!!
Good tips for a better life
Thank you very much for your comment.
Reblogueó esto en solo reblogueoy comentado:
Qué difícil (por no decir imposible) es ponerse realmente en el lugar de los demás. Me gustó mucho 🙂
Hola Luis. Buenos días. Las experiencias son intransferibles!!!!. Por ejemplo :médicamente ,los traumatologos prohiben el uso, o el traspaso de calzados entre hermanos!!!! Ya ahí creo yo nos hablan que nada ni nadie puede vivir con la camita de ese otro que uno ama…… No habló sólo del amor de pareja, sino del amor en su totalidad….. Por esto creo yo siempre que ; cuando nos pregunten sobre algo es siempre mejor sugerir nuestro sentir o nuestro pensamiento. Saludos cordiales.
Buenos días, Lia. Tienes razón en los comentarios sobre los zapatos… aquí que nos sobra de todo. Por desgracia, quien no tiene ni para zapatos mejor mal calzado que descalzo.
La empatía no consiste en «dar consejos», sólo consiste en ponerse en su lugar. y es cierto que las experiencias son intransferibles, pero estarás conmigo que no necesitamos haber pasado un huracán para intentar empalizar y dar nuestro apoyo a los ciudadanos de Haití que se han quedado sin casa, o a los del centro de Italia que han sufrido varios terremotos. «Calzarse el zapato de otro» simplemente implica estar a su lado, muchas veces co un simple abrazo, pues no podemos resolver la situación, y menos con palabras.
Estoy seguro que compartimos el mismo punto de vista (o muy similar), aunque las palabras que empleemos para definir la empatía sean diferentes.
Muchísimas gracias por tu comentario Lia, me has hecho reflexionar mucho. Un abrazo!!!
Pingback: ¿Me dejas tus zapatos? | FRANKYSPOILER´SCRT
Buenos días Frank. Muchísimas gracias por la difusión del post entre tus seguidores!!!! Un abrazo inmenso
Me gusta la entrada. Hace tiempo en el taller tratamos este tema aquí te dejo el enlace.
Estoy de acuerdo en que lo mejor para ponerse en el lugar del otro lo mejor es la empatía, el acoger, comprender sin criticar, no imponer tus ideas.
Personalmente lo de ponerme los zapatos del otro me resulta dificil por una razón: calzo un 42, encontrar zapatos de mujer es difícil. jjjjjj Aparte de este comentario personal, creo que es bueno aunque sea dificil tratar siempre de ponerse en el lugar de la otra persona, si todos lo hicieramos seguro todo iría mejor. un cordial saludo
Con un 42 seguro que es difícil encontrar zapatos de mujer… los fabricantes no se ponen tus zapatos jajajaja. Bromas al margen, es muy difícil ponerse en la situación del otro, pero seguro que es imposible si no hacemos el esfuerzo de intentarlo.
Muchas gracias por tu interesante aportación. Buen fin de semana
Magnífica reflexiones! Lo mejor es siempre ponerse uno en el lugar del otro! valga de simil ponte sus zapatos y ver que tal..