¡Ya tengo prevista una excursión para dentro de unas semanas! Hace unos días, en la prensa nacional se hacían eco del laberinto más grande de España. ¡Y está a pocos kilómetros de mi casa!
- Luis, muy curioso, pero… ¡esto no es un blog de viajes!
- No os propongo ninguna salida turística. Hablaremos de cómo afrontar problemas.
El cántabro Emilio Pérez se encontró con un cúmulo de problemas de difícil solución:
- Una hija en paro.
- Un negocio fallido. Le sobraban más de 4.000 pinos muy difíciles de vender.
- Un prado (“prao” en estos lares), de escaso rendimiento, de 5.000 metros cuadrados (Medio campo de futbol)
¿Sabes salir del laberinto?
Y, donde todos veían problemas, este emprendedor vio soluciones: Ha montado un dédalo con más de 4 kilómetros de calles. Un recorrido de una hora (en función de la habilidad del paseante) Y lo más importante, ha creado una salida laboral para su hija. Tal es la complicación del enredo, que dan a los participantes el teléfono del dueño para ayudarles a salir del mismo en caso de no lograrlo por sus propios medios.
- ¡Luis, pero yo no tengo ni pinos ni “praos”!
- Cada problema tiene una solución, por lo menos. ¡Busquémosla!
Vamos a ver qué pistas podemos seguir para salir de nuestro laberinto de problemas:
- Busca un objetivo claro y concreto. Sin destino no hay salida que valga.
- No podemos cambiar el pasado. Puesto que ya no podemos hacer nada por dar marcha atrás en el reloj, lo que sí podemos hacer es aprender de los tropezones dados.
- Admite a los demás como son. No esperes que los demás se adapten a ti. Querer que los demás cambien (y yo seguir como estoy) no es nunca una solución.
- Toma distancia y relájate. Una situación de mucho estrés o una carga emocional muy alta nos nublan la búsqueda de soluciones.
- “Despieza” los problemas. Todo gran problema es un conjunto de pequeños problemas. Una a una estas pequeñas se pueden vencer más fácilmente. Para salvar los tres metros que hay de un piso a otro piso en una casa, los dividimos en pequeños peldaños fácilmente franqueables.
- Analiza lo que TU puedes hacer para alcanzar la solución. Culpar a los demás y no ser autocríticos, no nos ayudará a salir del laberinto.
- Sé valiente. Sal de tu zona de confort. Para encontrar respuestas SIEMPRE hay que estar dispuesto al sacrificio. Nuestro protagonista, Emilio Pérez, tuvo que plantar los cuatro mil pinos, pero lo que más trabajo le dio no fue el diseño sino la poda de estos cuatro kilómetros de caminos. Son horas y horas de trabajo.
- Busca ayuda. Emilio nos ofrece el número de su teléfono para salir si nos perdemos. En la vida real busca un Coach, psicólogo, asesor laboral, económico o espiritual, o algún amigo que haya afrontado con éxito problemas similares a los tuyos. Cada problema tiene un guía que te puede acompañar en la salida.
Como resumen te diría:
Cada problema tiene una solución. ¡Búscala!
Aquí tenéis el enlace (todavía en construcción) de esta bonita atracción http://www.laberintodevillapresente.es que se inauguró el 8 de abril. Para ver algo más, os pongo el link del Telediario de la Uno de TVE en el que se presentó esta inciativa.
Hoy voy a compartir con vosotros a Barbra Streisand y su Woman in Love En una de sus estrofas nos canta que el camino es largo y estrecho, como lo son las sendas del laberinto.
©Luis Juli Aydillo
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¡Muchas gracias por leerme!
La lagartija, el blog de Luis Juli Aydillo 
Qué bueno el señor Emilio! Creativo, inspirador y ecológico 🙂 Habrá que ir a visitarlo al pasar por Cantabria.
Y muy buenos tus consejos para nosotros, Luis. Gracias por compartir.
Feliz semana!
Muchas gracias por leerme y comentar, Chape. Yo estoy deseando visitarlo en cuanto lo abran al público.
Me alegro que te guste la entrada.
Un abrazo inmenso Chape!!!
Si empiezas a sentirte abrumado o frustrado, toma un respiro. Comprende que todo problema tiene una solución, pero a veces estamos tan envueltos en él, que no podemos ver nada más que el problema.
Si sientes que no puedes hacer nada, deja de pensar en lo que no puedes hacer y empieza a pensar en lo que sí puedes hacer. Incluso si es algo pequeño o parece insignificante, ese pasito podría dar lugar a otro más grande.
La clave es la actitud. Cuanto más problemas resuelvas, mayor será tu experiencia para resolver problemas. Podrás aplicar una solución de un área a otra, solo adquiriendo experiencia. Ábrete a nuevos problemas.
Sé valiente.
Considera los libros sobre resolución de problemas relacionados específicamente con tu problema. El libro de Polya «How to Solve It» («Cómo plantear y resolver problemas»), es un ejemplo de un libro excelente para resolver problemas generales.
Ten en cuenta el papel que los demás pueden jugar en la resolución de problemas. El trabajo en equipo a menudo juega un papel vital en estos temas. La amenaza de la tensión personal en tales situaciones simplemente enfatiza la importancia de promover la claridad y la lógica dentro del grupo.
Albert Einstein dijo la famosa frase «Es imposible resolver un problema con la misma mente que fue la que lo creó». Cuando identificas un problema, puedes estar preocupado o decepcionado de que el problema exista. La reacción emocional inicial es normal, pero la forma en que la expresas es muy importante. Enojarte con los demás suele ponerlos en una posición defensiva o evasiva, lo que será mucho menos útil para la resolución colaborativa de problemas. Tómate un momento para dejar que las emociones iniciales se calmen; entonces, estarás en mejores condiciones para evaluar y decidir la forma de proceder de forma productiva. Trata de mantener la calma y sé sensato al afrontar un problema; básicamente, la solución radica en este enfoque.
Advertencias
Por supuesto, el sentido común es vital para resolver cualquier problema. No sigas cualquier procedimiento que pueda ponerte en peligro, a menos que los riesgos sean inevitables.
No te alejes de tus problemas. Tarde o temprano, volverán y serán más difíciles de resolver. El sentido común puede ayudar a reducir el tamaño del problema
Buenas tardes Rosa. Como siempre, tus comentarios son dignos de una pausada reflexión, pues hay mucho «tema» para analizar.
Si me puedes que me quede con una de las muchas ideas que aportas, me quedaría con uno de tus primeros puntos : «deja de pensar en lo que no puedes hacer y empieza a pensar en lo que sí puedes hacer».
Siempre tiene,os algo que dependa de nosotros mismos y que esté en nuestra mano cambiar. Es muy fácil culpar al entorno o al resto del mundo, pero es difícil poner el foco en nosotros mismos y poner ACCIÓN a nuestros pensamientos.
Como siempre, muchas gracias por compartir tus reflexiones Rosa.
Grande como siempre, Luis.
Hay un método infalible para resolver laberintos basado en la perseverancia: Olvídate de las calles y piensa sólo en las paredes, porque el que diseñó el laberinto construyó paredes, no calles.
Haz que tu mano derecha siempre toque una pared (no literalmente, sino en concepto), incluso cuando llegues a un callejon sin salida. Eso alarga el recorrido pero nunca te perderás y encontrarás la salida con toda seguridad.
Vale también para la vida: mantenerse fiel a un principio no es el camino más corto, pero si es el camino seguro.
Así es, Israel, nuestra mano derecha siguiendo el camino nos guiará. Esa es la solución… para la inmensa mayoría de los laberintos, salvo que la meta sea una «isla», habitación, con dos entradas. Pero al menos nos aportas la solución para comenzar a movernos. Y, para evita perdernos, no es mala pauta el hilo de Ariadne. En un breve momento hemos desvelado varias soluciones. Lo importante para resolver un laberinto es MOVERSE.
Muchas gracias, Israel, por hacernos pensar, y eso siempre es bueno.
Buena tarde!!!!
Bien dicho
Muchas gracias Sibarel!!!!
Hola Luis, excelente artículo. Para mí todas las pistas son importantes, pero creo que la más difícil es la de «sé valiente. Sal de tu zona de confort». El miedo paraliza y la mayoría de las personas no se atreven a dar un salto a lo desconocido. Por cierto vi la información de ese laberinto y me pareció hermosísimo, espero tener la oportunidad de conocerlo. Un gran abrazo
Muchas gracias por tus palabras Elizabeth. Es humano que tengamos miedo a salir de nuestra zona de confort. Ye les pasaba a los cazadores cuando vivían en la cueva y tenían que salir para sobrevivir y no morir de hambre. Sucedía que, en tiempos de la cueva de Altamira, si no salían de la protección de la cueva, se morían de hambre. Hoy nos pasa con nuestra zona de confort. Si queremos sobrevivir TENEMOS QUE SALIR DE LA CUEVA.
Respecto a la info del laberinto… yo estoy ansioso por visitarlo también.
Un abrazo, Elizabeth!!!
Hola Luis.:buenos consejos, yo añadiría una más <>.mantener la calma y la imaginación. Las personas no somos como las matemáticas,y a igual problemas reaccionamos de distinta manera y nunca igual.Es más es imprescindible controlar las emociones para no perdernos en ese laberinto.de la desesperanza.Adiós
Muchas gracias por tu visita, Isabel. Tienes razón en lo que nos comentas. La calma y la imaginación son claves para buscar soluciones. Estados altos de ansiedad, o de miedo, nos paralizan.
El control de las emociones es básico para salir del laberinto… y para la vida cotidiana.
Como siempre, Isabel, muchas gracias por visitar el blog. ¡Te espero siempre!
¡Qué buen artículo Luis! Gracias por tan buenos consejos.
Un abrazo
Gracias a ti, Paloma, por visitar «mi casa». Ya sabes que eres muy bien recibida.
Cada problema tiene una solución y aveces una no solución vale igual. Como siempre tus artículos son muy inspiradores. Un abrazo.
Las «no soluciones» nos enseñan, muchas gracias por recordarnos algo tan importante Mel.
Un abrazo inmenso y disfruta de la tarde.
Otro abrazo a ti.
¡Interesantísima entrada, como siempre, Luis! Y la historia del señor Pérez por sí misma es muy conmovedora. Saludos.
Muchas gracias, Julia, por tu comentario. En efecto, el señor Pérez nos ha enseñado mucho. Ha sido creativo y ha encontrado soluciones «imposibles».
Un abrazo Julia!!!!
Estupendos consejos y genial artículo, creo que lo compartiré con mis amigos con tu permiso. Un abrazo. 🙂
Muchas gracias por tus comentarios Marieta. Por supuesto que me encantará que compartas a entrada. Es un honor para mi!!!!
Un fuerte abrazo!!!!
Estupendos consejos y genial artículo, creo que lo compartiré con algunos de mis amigos, con tu permiso naturalmente 😉
Un abrazo! 🙂
Muy buen fin de semana Marieta!!!
hola Joaquin.
Me ha gustado tu artículo pero yo me meto en el laberinto y no salgo,me conozco muy bien y la orientación espacial no es mi fuerte. Me apunto mejor a los consejos ,son muy buenos.gracias
marisol
Hola Marisol. Soy Luis, el autor. Muchas gracias por escribir el comentario. A muchos nos puede suceder que no nos orientemos bien. En esos casos necesitamos a alguien que nos guíe, que también es una posibilidad válida en la vida, Marisol.
Un abrazo y buena semana.
Hola Luis. Me ha gustado mucho el artículo del laberinto, sobre todo los consejos, que además se pueden aplicar a la vida real. Muchas veces estamos en situaciones reales que son como un laberinto, más o menos complejo, pero la salida está en nuestro interior y en la fe que tengamos en nosotros mismos. Muchas gracias, espero poder seguir leyendo más artículos de este tipo.