Hoy en día es difícil que nadie pase miedo por los monstruos. Tradicionalmente es la literatura se le llamó Leviatán a ese terrorífico ser. Todos sabemos que son fantasías del pasado. Pero no siempre fue así. La primera vez que se nombró a Leviatán fue en el Génesis, donde se hablaba de un monstruo marino que en ocasiones se asociaba al Maligno. Fue en el siglo XVI, con los grandes viajes marinos cuando resurgió con fuerza la imagen de estos terroríficos monstruos.

¿Conoces a tus monstruos?
- Pero Luis, ¿¿¿nos vas a contar una historia de miedo???
En absoluto. Tengo muy claro que nadie que me lea tendrá miedo a los monstruos. Sin embargo todos tenemos a nuestro Leviatán (o como quieras llamarlo) interno. Ese que nos aterroriza. Ese que impide avanzar, que nos frena y nos esconde, que nos da miedo. Y causa más estragos, lo puedo asegurar, que los monstruos marinos que surcaron nuestros mares.
- ¿Y cuál es? ¿Cómo se llama?
Se llama miedo al cambio. Miedo a lo desconocido. En otras entradas ya hemos hablado de la inacción La rana que procrastinaba donde hablábamos de salir de la zona de confort o Yo siempre lo hago así… decía el arriero… donde nos resistíamos al cambio. Hoy quiero hacer una breve reflexión a nuestros miedos y cómo superarlos.
- ¿Qué podemos hacer para perder el miedo?
- RECONÓCELO. Muchas veces escondemos, bajo falsas justificaciones, ese miedo. Mientras no seamos conscientes del temor no podremos poner soluciones. Estamos acostumbrados a esconder nuestras emociones. Y eso no ayuda. ¡Baja de tu mundo, hazte humano! y reconoce el miedo.
- ANALÍZALO. Así podremos empezar a solucionar. Veremos los obstáculos que hay y buscaremos como superarlos. Todos tenemos habilidades y fortalezas. De ellas nos valdremos.
- APRENDE. Si hay algo que necesitas este es el momento de adquirirlo. Nunca es tarde para aprender.
- CORRIGE. Si has cometido errores en el pasado también puedes aprender de ellos. Rectificar es de sabios. Solo los que están muertos no se equivocan ya.
- CREE EN TI. Esta es la parte más difícil en la mayoría de las ocasiones, pero no te engañes TU PUEDES. Los demás no tienen nada que tú no puedas tener.
- ACTUA. Lo más importante es comenzar a moverte ya. No hay que intentar cambiar HAY QUE CAMBIAR, hablar de “intentar” es una trampa. No caigas en ella.
- SÉ PACIENTE. Recuerda el dicho de que “Zamora no se ganó en una hora” Los cambios comienzan YA, pero llevan su tiempo.
- PIDE AYUDA. Y si no puedes, no ves o te ahogas, pide ayuda. Piensa que incluso el océano en su inmensidad necesita de la ayuda (atracción) de la luna para tener mareas. Incluso el presidente más importante necesita a sus asesores.
¡COMIENZA A ANDAR!
¡NO CORRAS!
¡NO TE PARES!
Y hablando de miedos quién mejor que Michael Jackson y su Thriller
©Luis Juli Aydillo
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Si señor, Zamora no se ganó en una hora.
Aveces es imposible ni siquiera empezar a andar, ya que te ponen el pie encima de la cabeza
Alejandro, en ocasiones nos pueden poner el pie sobre la cabeza, pero en nuestras manos está el zafarnos de él o seguir impasibles. Muchas gracias por tu comentario 🙂
Hola Luis.
Soy nuevo en tu blog y veo que voy a ser un asiduo de este sitio.
Efectivamente todos tenemos nuestros miedos y creo que en ésta época que nos ha tocado vivir mucho mås. Tenemos miedo a perder el empleo, a no encontrar otro, a llegar a la edad de jubilación sin jubilación posible… demasiados temores que nos atenazan y bloquean, impidiendo que nos desarrollemos y empujando nuestro destino hacia un futuro peor al que podríamos tener si nos liberáramos de nuestro leviatán.
Gracias y feicidades Luis
Victor
Muchas gracias por tus palabras Víctor. Es fácil decir que hay que librarse de nuestro Leviatán. Lo realmente complicado es hacerlo. Es una lucha continua para la que no hay más alternativa que la acción. Movernos para evitar al monstruo de nuestro miedo.
Serás muy bienvenido, Víctor. Un abrazo
El peor de los mios se llama Ana Fernández! No sé si te suena….
Este post me resuena que es un alucine!!!
Besos
Ana, yo creo que el peor monstruo que cada uno tiene es… uno mismo. Es el que nos da miedo, nos coarta, nos induce a la molicie o a la ansiedad desatada, es un verdadero monstruo. Y yo conozco el cazador que te puede ayudar… has pensado en él? Estamos de acuerdo… es uno mismo el mejor cazador de sus propios monstruos
Muchas gracias por comentar Ana
Luis claro que tengo monstruos que me frenan.
Y darse cuenta de ello es lo que realmente da miedo.
Se vive creyendo de verdad que los monstruos se van dejando en el camino
Pero qué sorpresa más desagradable, despertar un día y te encuentras con una colección completa, dispuesta a acabar con todo.
Se hace cuesta arriba, es empezar de cero. Resulta muy difícil.
Gracias por hacer reflexionar.
Buenas noches !
Carmen, todos tenemos monstruos, pero serán todo lo «peligrosos» que queramos que sean!!!! Desde el momento en que nos dan miedo, inseguridad o dolor son monstruos!!!! Pero sobre todo son todo lo malos que les dejemos ser!!!! Empezar de cero es una alternativa, Carmen. Y es duro, sin duda, pero es mejor que convivir con monstruos.
Muchas gracias por tu comentario. A mí, Carmen, también me ayudas a reflexionar.
The Thriller
Bonita canción, no te parece?
Ese álbum es un hit
Así es!!! Un abrazo y buena semana!!!!