Si ayer hablaba de lagartijas y su capacidad de adaptación hoy quiero hablar de la inmovilidad de los noráis, «eso que sirve para amarrar los barcos», me dijeron cuando llegué a Santander hace años.
Paseando por la bahía, junto al oceanográfico está surgiendo una nueva y pequeña playa. Junto a ella se ve un viejo noray. Hace años que allí no amarra ningún barco y eso es lo que nos pasa en ocasiones ¡¡¡No servimos para lo que fuimos diseñados!!!
Pensamos que «cualquier tiempo pasado fue mejor» y mientras lo rumiamos nos quedamos obsoletos.
¿Qué podemos hacer?
1.- Mira siempre al frente. A lo lejos verás lo que te vas a encontrar. Piensa que en los coches el parabrisas es muy grande, para mirar al frente, y el retrovisor es muy pequeño en comparación. Hacía atrás hay que mirar lo justo, para maniobrar. El pasado ya pasó y el futuro está para crearlo. Sé proactivo, ¡no esperes a que te lo digan!
2.- Analiza lo que ves. ¿Lo conoces? ¿Es algo nuevo? Mira cómo responden otros. ¿Puedes mejorarlo? ¿Puedes imitarlo? Si sigues recto probablemente te saldrás de la carretera.
3.- Prepárate para lo que se acerca. «Cuando veas las barbas de tu vecino pelar, pon las tuyas a remojar”. Estudia, actualízate. ¿Qué es lo que te gusta? ¿En qué eres bueno? Que el futuro no te «pille» de sorpresa. Busca soluciones y alternativas. Si no eres proactivo con tu propio futuro ¿quién luchará por ti? En ocasiones deberemos salir de nuestra área de confort y explorar nuevos horizontes.
4.- Adáptate rápido cuando llegues. Estamos hablando de tu futuro, de lo que será de ti mismo en un tiempo. Piensa que detrás de tu meta habrá otra y otra y otra… No te lamentes “por los viejos tiempos”
Corolario:Cuando haces lo que debes ¡siempre llegan los resultados! Sé paciente y continúa, piensa que el cambio siempre será constante.
Y si estás perdido, desorientado, desconcertado: ¡Pide ayuda! Siempre hay personas a tu alrededor que están dispuestas a ayudarte en este trance. En ocasiones son amigos o en ocasiones son profesionales. En cualquier caso solicitar ayuda es de inteligentes. No siempre la soledad es buena consejera.
No hace mucho todavía oí en el trabajo: «esto siempre se hace así» o «no tienen ni idea» ante cualquier cambio. Por favor, no seamos como ese viejo noray. Preparémonos para el futuro seamos proactivos con nosotros mismos. Miremos hacia delante.
Al final encontraremos nuestro camino, como el de este noray que sirve de asiento para el raquero o como objetivo para miles de fotos de la bahía de Santander.
Luis Juli Aydillo
Este de los noráis ya me sonaba un poco, y hubiera jurado que puse un comentario y todo, pero puede ser que lo haya hecho en el reblogueo. Si no te gusta dónde estás, muévete, no eres un árbol! Cuántas cosas aprendemos contigo querido Luis!!
Muchas gracias Ana. No es exactamente un reblogueo. Con la misma idea completé un post hace pocos días (dos semanas). Este fue mi primer post al salir del cursillo. Le tengo un cariño muy especial.
Gracias por la generosidad de tus palabras Ana